¿Adoptará la Generación Z los pagos sin contacto?
Sorprendentemente, la Generación Z prefiere el efectivo a los métodos de pago digitales sin contacto, pero ¿cambiará esto? Descubre lo que piensa Alex Saiz Verdaguer, CEO y fundador de MONEI.
Imagina que estás en la barra de un bar, esperando a que te cobren. O en la cola de una tienda de ropa. O en el supermercado. Tienes delante a una persona joven, de unos 23 años. ¿Qué método de pago imaginas que va a elegir? Lo más normal es pensar que una generación nativa digital, cuyos teléfonos móviles se podrían considerar una extensión de sus propios brazos, optarían por pagar con métodos digitales e instantáneos. Pero ¿y si su comportamiento no fuese tan predecible?
Un informe del Banco de España reveló que el 60,3% de la población entre 18 y 24 años tiene el efectivo como método de pago favorito. Esto se debe a que, de esta manera, sienten que tienen un mayor control sobre sus finanzas personales al no tener sensación física de estar gastando ese dinero. Este dato nos lleva a plantearnos, ¿realmente conocemos cómo es la relación de los jóvenes con el dinero? No debemos olvidar que serán los encargados de decidir qué métodos de pago sobreviven y cuales triunfan.
Para entender a la generación Z, primero debemos mezclar en una coctelera dos crisis económicas, inestabilidad laboral permanente, alta adaptación y uso de la tecnología y gran influencia de las redes sociales. Estos factores han dejado una profunda huella en su perspectiva del dinero y los ahorros además de en sus hábitos de consumo. Son una generación que, aunque a menudo es asociada con el consumo impulsivo para disfrutar del presente, también muestra una gran inquietud por el ahorro y la planificación financiera para alcanzar metas a largo plazo.
La población española es uno de los mayores defensores del efectivo de Europa debido a la privacidad y protección que aporta. Y, como tal, según el Banco de España este es el método de pago más utilizado a diario por todas las franjas de edad, incluidos los jóvenes de la generación Z. Hasta ahora, pensábamos que la sentencia de muerte del efectivo llegaría más temprano que tarde, pero, el Banco de España afirma que 6 de cada 10 españoles creen que su uso será igual a un año vista y el 76% de los jóvenes de 18 a 24 años se posicionan en contra de una sociedad sin efectivo. Además, las tendencias en redes sociales acompañan: mediante el “ahorro en sobre”, los jóvenes hacen una distribución fija de sus gastos regulares para evitar excederse. Así, en vista de una generación que lucha por limitar el riesgo, el efectivo se posiciona como una opción robusta.
Por otro lado, no es ningún secreto que los jóvenes se encuentran en una búsqueda continua de la inmediatez. La velocidad e instantaneidad se han convertido en sinónimos de lo digital, y los métodos de pago no son una excepción. Además del efectivo, los jóvenes españoles ya han adoptado el uso de tarjetas de crédito y dispositivos móviles para realizar sus transacciones. De hecho, son la franja de edad que más utiliza servicios como Bizum. Esta predilección por los métodos de pago digitales refleja su adaptación y confianza en la tecnología, así como su deseo de simplificar y agilizar sus transacciones financieras. A medida que la tecnología continúe avanzando, podemos esperar que los jóvenes sigan liderando la adopción de métodos de pago digitales, fomentando una mayor innovación en este campo.
La innovación y apertura al cambio también son rasgos propios de esta generación. El euro digital es la última tendencia en pagos y se espera que sean los jóvenes los primeros en adoptarlo. Aunque el conocimiento general sobre ello aún sea bajo, especialmente teniendo en cuenta que los proyectos existentes están en prueba piloto, según el Banco de España, más de un tercio de los españoles están dispuestos a utilizarlo. Y, precisamente, la predisposición a usarlo aumenta a medida que disminuye la edad.
En fin, los jóvenes lo quieren todo y lo quieren ahora. Con su mentalidad hiperconectada y acceso a infinita información, jugarán un papel fundamental en la configuración del entorno global del futuro. Es más, según la consultora McKinsey, se espera que para 2030, la Generación Z represente alrededor del 40% de los consumidores de todo el mundo. Esto subraya aún más la importancia de entender sus necesidades y expectativas hoy, para impulsar el desarrollo de productos y servicios que sean relevantes y atractivos para ellos mañana.
No debimos dar al efectivo por muerto tan rápido. Se ha demostrado que no hay otro método que les aporte el mismo control y autonomía sobre sus gastos, ni que les garantice que su información financiera no esté expuesta en línea. También significa una manera de relacionarse, ya que a su edad muchos de ellos aún conservan la “paga” de los abuelos que tanto facilita las transacciones personales y los intercambios de dinero en situaciones cotidianas. Además, ningún otro método supone una experiencia tangible y física como el efectivo, que les permite una gestión visual del mismo.
Si bien no me cabe duda de que el futuro de los pagos será digital, es crucial reconocer que la transición previa será gradual y que la única manera de entenderla es garantizando un equilibrio entre los métodos de pago. Debemos asegurar un camino de transición cómodo y adaptado a sus expectativas, permitiendo una evolución natural hacia los pagos completamente digitales. Y recordemos que, sobre todo, la clave para ellos no es la inmediatez, sino la flexibilidad.
Alex Saiz Verdaguer
Alex Saiz Verdaguer es fundador y CEO de MONEI. Cuando no está cerrando alianzas, supervisando el desarrollo de productos o pensando en nuevas formas de revolucionar el sector de los pagos, lo encontrarás esquiando, pasando tiempo con su hija o trabajando en un nuevo proyecto artístico.
